16-10-12
DEFICIENCIA
AUDITIVA Y DEPORTE: ¿CÓMO AFECTA A LA ACTIVIDAD MOTRIZ?
En la persona con deficiencia
auditiva el defecto sensorial es totalmente invisible desde la óptica de su
entorno social pero entraña una disminución de su capacidad de reacción lo que
supone colocarle por debajo del nivel medio de la población normal en cuanto al
deporte se refiere.
Percibir
la diferencia entre una persona oyente y otra sorda a simple vista es complicado
y solamente al andar se puede diferenciar, ya que nunca puede guardar la línea
estética de su paso. Esto ocurre no por defectos físicos en sus piernas o
caderas sino porque tienen arraigada la costumbre de estar siempre pendientes
del entorno que les rodea (vista). Al mirar constantemente alrededor no puede
seguir una línea recta. Este problema en la práctica deportiva afecta mucho.
La
motricidad de la persona con deficiencia auditiva viene marcada por la ausencia
del control de la audición. Estas personas tienen problemas en el equilibrio
estático y dinámico por su problema vestibular, pueden tener torpezas motrices
por falta de experiencias, lo mismo que con los conceptos de tiempo, espacio,
lateralidad, etc, porque no los entienden, son conceptos abstractos que no los
tienen claros (Myklebust, 1975).
Las conclusiones a las que
llegan diferentes autores es que la motricidad de esta población se halla algo
retrasada respecto a la población en general.
Esta deficiencia
puede retrasar la adquisición de la marcha, y al andar la persona con este
problema se puede diferenciar de una persona oyente por no oír sus propios
pasos. Nunca puede guardar la línea estética de su paso al mirar constantemente
alrededor, hecho que afecta en la práctica deportiva del sujeto, como ya hemos
citado anteriromente
Puede
identificarse un retraso en la noción del cuerpo, ya que en un principio se
desconoce la terminología que habitualmente se emplea para nombrar sus
diferentes partes. Vayer (1977) constata que mostraban dificultades en el
control de la postura y en el control segmentario dado su evolución del esquema
corporal.
También
pueden aparecer retrasos en los movimientos simultáneos, la coordinación
locomotriz y en la velocidad de reacción. Pero todas estas conclusiones
necesitan de más estudios para poder llegar a conclusiones definitivas.
Por
tanto, con toda esta información tenemos que tener en cuenta la desventaja que
tiene esta población a la hora de practicar deporte con respecto a las personas
que oyen bien. Nosotros como estudiantes de la licenciatura de CCAFYDE
tendremos que tener esto en cuenta a la hora de dirigirnos a esta población, ya
que tienen sus peculiaridades y sus desventajas en el ámbito deportivo. En primer
lugar tendríamos que tener un conocimiento mínimo y básico del lenguaje de
signos que nos permitiera comunicarnos con ellos, y si no es así hacer uso de
otros materiales que favorezcan su comprensión, como puede ser una pizarra o
bloc de notas. A continuación, a lo largo de la práctica del deporte tendremos
que tener en cuenta el uso de constantes estímulos visuales con ellos en
sustitución de estímulos sonoros y favorecer así su rápida integración. En
clases con niños sordos será mejor tener pocos ejercicios y con una buena
organización que les permita no perderse en ningún momento y economizar el uso
del tiempo.
BIBLIOGRAFÍA:
Vayer, P. (1977). El diálogo
corporal. Científico médica. Barcelona.
Myklebust (1975). Psicología
del sordo. Magisterio Español. Madrid.
Sergio Aragón Arjona & Inmaculada Valdivieso
Fernández. (2012). Deficiencia auditiva y deporte. efdeportes , 1/1.
ENTRADA GRUPAL: ALEJANDRO VILLALOBOS MONTEJO Y ÁNGEL
FERNÁNDEZ SERRANO
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